sábado, 23 de septiembre de 2017

Prejuicios contra la psicología


“No creo en los psicólogos”


 Los psicológos no propugnamos dogmas de ningún tipo sino que intentamos producir el cambio en el paciente mediante la ayuda y, especialmente, a través de él mismo. Si no existe esa premisa fundamental, la relación terapeútica, por muy buena que sea y por mucho que el paciente llegue a “creer en el psicólogo/a”, no producirá ningún cambio en sí misma.

Por otra parte, todos vemos como algo lógico que si nos rompemos una pierna, acudamos a urgencias y nos atienda un médico y nos hagan cuantas exploraciones e intervenciones sean necesarias pero,  ¿y cuándo se nos rompe el alma?


¿Ideas ?  




Debemos comprender que los psicólogos somos profesionales de la Salud (exactamente igual que un médico, un farmaceútico, una enfermera o un fisioterapeuta, pero cada uno en su área) y, teniendo en cuenta que tiene categoría de ciencia, utilizamos el método científico para comprender los procesos psicológicos tanto patológicos como no.


“¿Ir a terapia? Eso es para débiles. Yo tengo amigos, ellos me escuchan siempre, bueno no, tanto no, a veces ser hartan de mis problemas pero no pasa nada.”
¿Cuántas veces hemos oído esto en terapia? Y, si bien es cierto que tener una buena red social formada por las amistades y los compañeros es un factor protector para el estrés o la depresión, en muchos casos hablar de nuestros problemas con un amigo o escuchar sus consejos, no resulta suficiente. Incluso puede ser que ellos, con la mejor de las intenciones puedan darnos consejos que no nos resulten útiles. A veces, también ocurre que dichos amigos han ido en algún momento de su vida al psicólogo y, aunque no lo dicen, aprovechan todo lo que aprendieron para “actuar de psicólogo” con su amigo/a. 

 “ Con el tiempo todo se cura”

Es verdad que, a veces, con el paso del tiempo vemos los problemas desde otra perspectiva. Pero de ahí a decir que el tiempo tiene propiedades terapéuticas media un oceáno. Cierto es que ayuda a tranquilizar las emociones primarias (aquello que llamamos “reaccionar en caliente”) pero, muchas veces,  sólo conlleva la cronificación de un problema que podría haberse solucionado si hubiéramos intervenido a tiempo

“Los psicofármacos son el mejor tratamiento para los problemas emocionales”

La medicación, sea ansiolítica o antidepresiva,  puede ayudar a disminuir la sintomatología evidente que resulta molesta. Por sí misma, la mayoría de las veces la medicación no es suficiente, ya que suele “tapar” dichos síntomas, pero no soluciona las causas, cosa que sí hace el psicológo. El efecto de los psicofármacos, además, se da a corto plazo por lo que, cuando dejan de administrarse, desaparecen sus efectos. Sin embargo, una vez realizado el cambio -de pensamiento a emoción y, de esta, a conducta (en el caso de un cognitivo conductual)- éste es irreversible si el paciente mantiene la actitud adecuada, si se consigue tomar perspectiva sobre los problemas que nos llevaron a consulta.  Y si en algún momento aparece una cuestión similar en su vida, tener buenas estrategias de afrontamiento, es decir, tener una buena caja de herramientas llena con las herramientas necesarias para continuar el camino.
Antes de iniciar una intervención psicológica, los psicólogos realizamos una o diversas entrevistas diagnosticas y una evaluación diagnóstica. Durante este período anterior a la terapia en sí, analizamos el problema por el cual el paciente, o un familiar, ha hecho la demanda, si ha realizado otros intentos de solucionarlo y ha visitado a otros psicológos, cómo es el paciente, cómo le esta afectando este problema a su vida personal, social, laboral/académica, familiar… Para ello, solemos usar test -cuestionarios- aunque ello dependerá del psicológo/a.


 “Si le cuento mis problemas al psicólogo, éstos se solucionarán”

A veces, el hecho de ser escuchados y hablar sobre nuestros problemas con un psicólogo puede provocar una sensación de alivio. Muchas veces, es fundamental el hecho de que estoy hablando con un desconocido que no puede repetir lo que digo –por el secreto profesional- lo cual les permite, a muchas personas, abrirse totalmente y dejar fluir todas sus emociones, quizás reprimidas, hasta entonces. Sin embargo, hablar de los problemas no hace que éstos se resuelvan por sí mismos. La terapia psicológica requiere una implicación activa, tanto por parte del psicólogo como por parte del paciente en la búsqueda y puesta en marcha de soluciones. Es decir, es un proceso al 50% y en el que la actitud es fundamental.

“Ir al psicólogo significa que estás loco, eres débil y no eres capaz de solucionar tus problemas”

“¿Y si estoy loco? “Bueno no, no puedo estar loco, quizás un poquito obsesivo, todos tenemos nuestras manías, ¿No?  Bueno no sé, estoy hablando solo, tal vez un poco loco estoy”
Cuando una persona acude al psicológo solo significa que tiene un problema y busca ayuda especializada para resolverlo. Igual que si tuviera migraña, acudiría al neurológo en búsqueda de ayuda especializada y sin plantearse más cuestiones.
De hecho, en muchos casos, acudir al psicológo es más un acto de responsabilidad que no de “locura” o de “debilidad” lo cual sólo son etiquetas que estigmatizan y acompañan a todos aquellos que deciden que se debe normalizar la salud mental igual que, en su  día, se normalizo la salud deportiva. Por cierto, ¿por qué nadie encuentra que es una señal de “debilidad” o “locura” que los futbolistas tengan en sus equipos psicólogos deportivos?  ¿ Estigma para unos y no para otros?

Los psicológos no hacen nada y te quitan el dinero

Este prejuicio es doblemente falso. Empezaremos por lo más fácil; “ los psicológos no hacen nada”. También hay variantes como “los psicológos cobran una pasta sólo por escuchar”, por ejemplo.
Antes de iniciar una intervención psicológica, los psicólogos realizamos una o diversas entrevistas diagnósticas y una evaluación diagnóstica. Durante este período anterior a la terapia en sí, analizamos el problema por el cual el paciente, o un familiar, ha hecho la demanda, si ha realizado otros intentos de solucionarlo y ha visitado a otros psicológos, cómo es el paciente, cómo le esta afectando este problema a su vida personal, social, laboral/académica, familiar… Para ello, solemos usar test, cuestionarios, aunque ello dependerá del psicológo/a
 en sí. Sólo se cobra la sesión pero detrás hay un trabajo de corrección de tests, preparación de informes, preparación de la sesión siguiente,… que no dura una hora sino mucho más y que no se paga en la sesión. Tampoco se paga el importe de los tests que cada vez son más caros.


Por lo referente a la segunda parte, todavía no he visto a ningún psicológo con escopeta para quitar el dinero a un paciente. Simplemente, realiza un servicio y cobra parte de ese servicio. Tampoco es nuestra intención reclamar el trabajo que no ve el paciente pero sí es lógico cobrar.  Si Ud que me lee tiene una carnicería y estoy una hora en la carnicería pidiendo cosas, ¿ querrá cobrar al final? ¿o me podré ir sin pagar?

La psicología no sirve para nada

Sirve si se le da una oportunidad. Cuando llega un paciente con una actitud oposicionista, e incluso hostil, es decir, que  no hará las tareas, no cumplirá con las recomendaciones dadas a pesar del contrato conductual, se saltará sesiones, entonces es más que posible que no funcione.
Pero tampoco te funcionará un tratamiento médico si no te tomas la medicación en la dosis que te han prescrito, te saltas dosis, no vas los días de visita. Todo ello significa algo que se ha repetido extensamente a lo largo de este artículo; actitud. La actitud del paciente es fundamental para conseguir una buena relación terapeútica, para que colabore en su propia terapia.
Por tanto, una de las primeras cosas que se intenta potenciar es el cambio de actitud, especialmente en los pacientes “hostiles”, es decir, aquellos que vienen obligados y que provocan un bloqueo de la terapia, al inicio. Puesto que nosotros, como psicológos, hemos de conseguir vencerlo.
Aún así, la Psicología, como ya hemos dicho es una ciencia que usa el método científico. Y como cualquier ciencia y como humanos que somos, puede cometer algún error, pero no es cierto que todo lo que haga esté equivocado y, por tanto, no sirva para nada.
Al contrario, la Psicología funciona.  

http://www.siquia.com/2014/06/no-creo-en-los-psicologos-mitos-y-prejuicios-mas-comunes-en-torno-a-la-psicologia/






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