domingo, 20 de marzo de 2016

Alegría.

     Tomar con poca seriedad nuestras obligaciones y compromisos para vivir tranquilos y en consecuencia estar alegres no es la solución más adecuada.  La persona que sigue esa vía gana una alegría forzada:  No enfrenta la realidad sino que busca la comodidad y el placer, que no aportan  auténtica satisfacción y duran poco tiempo.
   
     Obtenido de Historiaybiografias.com

   

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