domingo, 28 de septiembre de 2014

O amor, segundo Erich From, non é meramente un sentimento.

     Amar a alguien no es meramente un sentimiento poderoso -es una decisión, es un juicio, es una promesa-.  Si el amor no fuera más que un sentimiento, no existirían bases para la promesa de amarse eternamente.  Un sentimiento comienza y puede desaparecer.  ¿Cómo puedo yo juzgar que durará eternamente, si mi acto no implica juicio y decisión?
     Tomando en cuenta esos puntos de vista, cabe llegar a la conclusión de que el amor es exclusivamente un acto de la voluntad y un compromiso, y de que, por lo tanto, en esencia no importa demasiado quiénes son las dos personas.  Sea que el matrimonio haya sido decidido por terceros, o el resultado de una elección individual, una vez celebrada la boda, el acto de la voluntad debe garantizar la continuación del amor.  Tal posición parece no considerar el carácter paradójico de la naturaleza humana y del amor erótico.  Todos somos Uno; no obstante, cada uno de nosotros es una entidad única e irrepetible.  Idéntica paradoja se repite en nuestras relaciones con los otros.  
En la medida en que todos somos uno, podemos amar a todos de la misma manera, en el sentido del amor fraternal.  Pero en la medida en que todos también somos diferentes, el amor erótico requiere ciertos elementos específicos y altamente individuales que existen entre algunos seres, pero no entre todos.
     Ambos puntos de vista, entonces, el del amor erótico  como una atracción completamente individual, única entre dos personas específicas, y el de que el amor erótico no es otra cosa que un acto de la voluntad, son verdaderos -o, como sería quizá más exacto, la verdad no es lo uno ni lo otro-.  De ahí que la idea de una relación que se puede disolver fácilmente si no resulta exitosa es tan errónea como la idea de que tal relación no se debe disolver bajo ninguna circunstancia". 
    [...] El amor genuino constituye una expresión de la productividad, y entraña cuidado, respeto, responsabilidad y conocimiento.  No es un "afecto" en el sentido de que alguien nos afecte, sino un esforzarse activo arraigado en la propia capacidad de amar y que tiende al crecimiento y la felicidad de la persona amada"*.
ERICH FROMM, El arte de amar.  Ed. Paidós, Barcelona, 2007, pp 80-81, 84.
     Para profundizar sobre a idea do amor xenuíno pódese ver a nota, Que é o amor? Como se recoñece? do 3/27/2013.

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